Cuando conocimos en persona a Sindy y vimos lo asustada que estaba,
nos pusimos a recabar información sobre ella, tenía microchip e hicimos
algunas llamadas para saber de su pasado. La
Asociación que la dio en adopción la había sacado de una perrera de otra
provincia, la persona que la adoptó la tuvo un tiempo, sin saber
gestionar los problemas que Sindy presentaba, hasta que la vida le
cambió y no pudo hacerse cargo de ella y la dejó a custodia de una
segunda persona, con el grave error de cederla sin dar información sobre
los traumas que Sindy arrastraba. Esta
segunda persona se encontró con una perra con problemas de carácter en
su hogar que no esperaba, se vio obligada por ello a dejarla en una
cochera y pedir ayuda, así fue como supimos del caso de Sindy.  Entró
en lista de espera para entrar al refugio y cuando le llegó el turno,vino a vivir con nosotras. Además de los miedos y traumas, ella venía
con un problema en las patas traseras. El
veterinario que la atendió la primera vez dijo, que parecía que se había
criado encerrada en una pequeña jaula y no pudo desarrollarse bien,
después uno de nuestros veterinarios, hizo pruebas diagnósticas y bajo
su consejo la operó con cirugía correctora. Ahora recuperada de la
intervención, hace vida normal. Por todo esto
que ha pasado en su vida, Sindy es una perrita muy especial, no se puede
adoptar a un animal de una Asociación que la ha sacado de la perrera y
dejarla tirada de esta forma, el pasado en la perrera, el cambio de
manos, no saber gestionar los problemas, todo esto han creado traumas,
miedos y desconfianza. Sindy es una perra selectiva, no acepta a todas
las personas, hay que ganarse su confianza y cuando la tienes, es
cariñosa y juguetona, es la perrita más agradecida del mundo. Buscamos
adopción para Sindy, una tan especial como ella, esos traumas hay que
trabajarlos con personas formadas en la educación canina con refuerzo
positivo, buscamos una adopción definitiva y comprometida.